Arte milenario de caza llega a los viñedos para protegerlos.
La vinícola de Ensenada ha optado por la cetrería para controlar las plagas; un arte milenario de caza que llega a los viñedos para protegerlos.
Con el fin de controlar las plagas que dañan los cultivos de la uva, un vinícola del Valle de Guadalupe implementó la cetrería, una simbiosis entre el hombre y el ave rapaz.
Fernando Montes de Oca Guzmán es originario de Querétaro, desde hace 22 años se dedica a la Cetrería, también conocida como la cacería de fauna nociva mediante aves rapaces, actualmente trabaja para la vinícola El Cielo.
Los animales nocivos picotean la uva, se alimentan de ella y la echan a perder, para evitarlo Fernando utiliza 4 aguilillas de Harris para la vigilancia de un área de 22 hectáreas.
Entre las aves que utiliza se encuentra Andrómeda una hembra de un año de edad, la cual se alimenta de lo que caza.
La cetrería es un arte que se pierde en los anales de la historia, hoy en día se utiliza en aeropuertos, en rellenos sanitarios y en estadios de futbol, se trata de una solución amigable con el medio ambiente para controlar las plagas en lugar de utilizar productos químicos, venenos o barreras artificiales.