Presumía invertir en México y ahora presiona para que otros no lo hagan.
El hoy Presidente de Estados Unidos Donald Trump presume ser un exitoso empresario y como político se ha encargado de presionar a los inversionistas para que no apuesten fuera de su país, mucho menos en México.
Sin embargo, Trump tiene un pasado con Baja California donde se demuestra que falló como empresario y en su momento habló maravillas de invertir en el extranjero.
Entre 2006 y 2007, Trump y su familia promovieron la construcción de un complejo de condominios de lujo en Punta Bandera, entre Tijuana y Playas de Rosarito.
Para ello involucró a varios inversionistas mexicanos que lo siguieron y confiaron en la palabra del magnate neoyorquino.
Después, en 2008, explotó la crisis inmobiliaria en Estados Unidos y el proyecto se vino abajo, dejando votados a quienes pusieron capitales en el Trump Ocean Resort Baja México.
Sintiéndose defraudados, quienes habían dado recursos demandaron a Trump, pero el ahora mandatario estadounidense, intentó desligarse diciendo que a él y su compañía solo los habían contratado para ser imagen del proyecto por parte del corporativo Irongate Wilshire LLC.
Después de años de litigio, el corporativo de Trump y los afectados llegaron a un acuerdo confidencial para evitar seguir con más demandas y fue así como terminó el fallido capítulo de la inversión de Trump en Baja California, México.