Ciudadanos denunciaron presiones de compañía y desconfianza de las autoridades.
Vecinos de la colonia El Florido de Tijuana denunciaron irregularidades y presiones para permitir la instalación de una antena que ellos no quieren.
La instalación de una antena para señal de telefonía celular tiene muy preocupados a vecinos de la calle Ruta Matamoros en la delegación La presa, Tijuana.
Y es que aunque ya hablaron con el gobierno de la ciudad, su compromiso de suspender la obra está en una hoja sin sellos que no les da ninguna garantía.
«Lo que queremos nosotros es que la quiten y ya. No queremos estar dando vueltas de aquí para allá (…) nosotros como Santo Tomás, hasta no ver no creer» dijo María Dolores Espinoza, residente del lugar.
La desconfianza no es para menos, ya son más de tres años y el tema no termina de resolverse.
Acusan irregularidades en el proceso que la empresa ha seguido para conseguir los permisos municipales. Primero con el ex alcalde Jorge Astiazarán, y ahora con Juan Manuel Gastélum.
«Ellos empezaron a recopilar firmas y nadie quiso afirmar. Aparentemente ellos de la noche a la mañana tenían unas firmas (…) fuimos y verificamos y no eran de ninguno de nosotros» agregó Laura Soto.
Los residentes no quieren firmar por temor a las enfermedades que la señal de la antena puede traerles.
La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios les informó que los estudios existentes no confirman daños a la salud, pero los vecinos no están dispuestos a apostar su bienestar ni el de sus familias.
La casa en la que avanza la construcción está rentada. Y tanto de la empresa como de los propietarios del inmueble han llegado los ofrecimientos a los vecinos.
«A mí me ofrecieron 30 mil pesos, luego vino la dueña y me dijo: mira Eva, te pueden arreglar tu casa, lo que tú quieras, pero ya no traigas a tus vecinos, tú y yo nos podemos arreglar solitos» declaró en Síntesis, Eva Villaseñor.
Eva vive a un costado de la instalación y cuenta que en la pasada temporada de vientos la estructura cayó sobre su hogar.
Con el paso del tiempo sin una solución de las autoridades, a las familias les queda una sensación de corrupción.
Al final los requisitos para el permiso de uso de suelo son claros: si los vecinos no están de acuerdo con la instalación, ésta no tiene por qué ser autorizada.