Lo que antes criticaba fuertemente ahora él lo hace.
Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, jugó al golf durante varias horas y por segundo día consecutivo en su propio club de West Palm Beach (Florida), pese a la difícil situación política global después de que su país bombardeara una base siria, informó ‘The Daily Mail’.
Se trata de su decimosexta visita a un campo de golf desde que el 20 de enero tuvo lugar su investidura, mientras que cuando su predecesor en el cargo, Barack Obama, fue elegido en 2009 esperó alrededor de tres meses para ensayar su ‘drive’.
Varios periodistas han desempolvado tuits de 2013, en los que el actual inquilino de la Casa Blanca desaconsejaba a Obama atacar Siria y criticaba que jugara al golf en lugar de consultar al Congreso de EE.UU. sobre el asunto.