Tomás Boy es un entrenador que se ha hecho notar en el futbol mexicano por sus repetidos berrinches en los diferentes equipos a los que ha dirigido, pero esa es otra historia, nadie duda de la capacidad que “El jefe’ tiene como director técnico.
En el pasado juego del Guadalajara ante los Tigres de la UANL, Tomás Boy fue expulsado del encuentro por salirse de su área técnica, justo cuando el árbitro central Óscar Macías Romo, tomó la decisión, “El jefe” inició una riña ante el delantero francés, haciéndole ver que solo había uno en la historia de Tigres, y ese era Tomás.
En palabras del entrenador del rebaño posterior al juego, Boy aclaró la situación de la expulsión, pero cuando se le tocó el tema de la comparación con el delantero francés, estalló.
“Podrá rebasarme en goles, pero de calidad a calidad es otra cosa, cuando a Gignac no le salen las cosas, quiere arreglarlo todo con palabras y balonazos”, así dijo el ex-Tigres, Tomás Boy anotó con la escuadra felina de 1975 a 1988, la cantidad de 104 goles, esto en 13 años.
Hay cosas más importante que meter goles…esta claro que tenemos distintos valores! pic.twitter.com/LJDhLSJjPH
— Gignac Andre-pierre (@10APG) 29 de julio de 2019
“El jefe” Boy, jugó para el Atlético Español, Atlético Potosino y para los Tigres de la UANL, como entrenador ha dirigido a Tampico Madero, Querétaro, Veracruz, Morelia, Monterrey, Puebla,Atlas, Cruz Azul y Guadalajara.
La contraparte, André-Pierre Gignac, es un futbolista que realmente no necesita presentación, si nos basamos en datos, solo con Tigres, ha golpeado de manera importante el record del “jefe”, desde su llegada al club universitario en el 2015, el francés solo ha deleitado a sus aficionados con buenas actuaciones y goles, que para eso lo trajo la directiva felina, a todo esto, Gignac alcanzó los 104 goles de “El Jefe” en 4 años, 11 menos que en los que Tomás consiguió esa cantidad de goles.
Ahora, ¿Quién tiene más mérito en llegar a esta cantidad de goles? Por un lado, el mexicano era un jugador que se desempeñaba como mediocampista, haciendo difícil su incorporación al ataque, pero eso no quitaba que Boy tuviera ese olfato goleador, y el francés, es un delantero nato, un delantero de área, acompañado de una calidad pura, invaluable, y como dicen, en gustos se rompen géneros.
