Científicos alemanes dieron a conocer en una revista especializada que las tintas de los tatuajes pueden afectar directamente el sistema inmune de quienes la usan, esto porque las sustancias que se encuentran en las tintas viajan por la sangre hasta llegar a los ganglios linfáticos; entre más tatuajes se tengan, mayores serán las partículas que se acumulen engrosándolos considerablemente, lo que puede interferir al momento de un diagnóstico de cáncer.
Los científicos resaltaron que a pesar de que el tatuaje se borre con láser, no se elimina el problema, sino que aumenta porque con este método se rompen los pigmentos de la piel aumentando el acumulamiento en los ganglios.
De acuerdo a los laboratorios las tintas empleadas en tatuajes son muy variadas y pueden incluir pigmentos orgánicos e impurezas de metales pesados como el níquel, cromo, manganeso o cobalto.
Un ejemplo es el pigmento blanco que se usa para efectos de brillos y sombras, que contiene dióxido de Titania y que produce un retraso en la cicatrización e inflamación de la piel.
En general los científicos lanzan alerta sobre las consecuencias de las tintas para tatuajes y se recomienda tomarlas en cuenta si se pretenden seguir usando.