Incluso niños han dejado de realizar actividades deportivas.
Residentes de la caseta de cobro en Playas de Tijuana siguen en lucha para tratar de revocar el pago que deben realizar para entrar o salir de su domicilio.
Los 32 pesos que pagan por la caseta cada que quieren trasladarse a Playas de Tijuana o a cualquier otra zona del municipio, merma en su economía y empieza afectar en el desarrollo de actividades de los niños y jóvenes, como Marco André que tuvo que dejar de asistir a clases de Tae Kwon Do.
El movimiento del “No Cobro a los residentes de la caseta” avanza a través de un amparo que resolverá la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que obliga a los legisladores y al ejecutivo a transformar las leyes para que beneficien a los ciudadanos.