Tijuana, B.C.- La atleta tijuanense Judith Sánchez regresó a esta ciudad luego de su gran actuación en Montreal, Canadá, con la satisfacción de haber obtenido 2 medallas de plata y una de bronce, durante la celebración del Campeonato Norceca para Atletas Masters (mayores de 30 años).
En su primera asistencia a este tipo de eventos que se realizan bianualmente con el reconocimiento de los máximos organismos internacionales del deporte, Sánchez Meza fue la única atleta mexicana que pudo obtener al menos una medalla en las pruebas de pista.
“Ha sido una experiencia única”, dijo Judith tras reencontrarse con algunos de sus compañeros en la Unidad Deportiva del Crea, en donde ha tenido su base de preparación gracias al apoyo del Imdet.
Contenta, pero no satisfecha con los tiempos, con una sonrisa enorme que solamente se compara con esa alegría de haber obtenido buenos resultados a nivel internacional, de cumplir una meta en su carrera deportiva que comienza a despejar con pasos firmes.
“Por nada se me fue la medalla de oro en los 100 metros planos, hice 12´97¨, no pude dar mi mejor tiempo con el que seguramente hubiera ganado, pero tal vez la emoción de estar ahí representando a México, me ganó un poco el nervio”, confesó.
Judith Sánchez volvió a subir al podio con el uniforme tricolor, en los 200 metros lisos se colgó la presea de plata con un crono de 26´51¨, y también participó en un relevo por equipo 4×100 para obtener el bronce.
Un trabajo de siete meses, de lunes a viernes, arduo, cansado a veces, “pero valió la pena, es un logro en equipo pues tengo un excelente entrenador que nos exige, que se mantiene actualizado para darnos lo mejor, y aquí están los resultados”.
Mujer acostumbrada a ganar, tiene sus metas bien claras, el Mundial en Malaga, España 2018, “sería el siguiente paso, no he llegado a mi límite, llevo dos años en el atletismo, puedo dar más, ojalá que se pueda, lo vamos analizar, o esperar al siguiente Norceca”.
Representar a México fue: “muy bonito para mi, un orgullo, sentir los colores, ponerte la chamarra, al principio era subir al podio, sobre todo como velocista es muy difícil, después era el orgullo de poner a México en alto, pero creo que lo logramos”.
Aunque no quiso dejar a nadie a un lado, compartió especialmente sus medallas con su mamá, Silvia Meza, “por muchas cosas, ella es la que se merece que le pase las medallas, y a mi entrenador Alejandro Zamudio”.