Puerto Rico amaneció este jueves como una isla devastada y sin energía eléctrica, luego del paso del huracán María, que dejó un muerto antes de seguir camino hacia el norte de República Dominicana con vientos de 185 Km/hora.
Durante su trayecto por las Antillas Menores y las Islas Vírgenes estadunidenses, oscilando entre las categorías 4 y 5 la mayor parte del tiempo, María ha dejado 10 muertos en total y la pequeña isla de Dominica destruida e incomunicada.
Rebajado a categoría 3 de la escala Saffir-Simpson (de máximo 5), su ojo rozará la costa norte de República Dominicana antes de adentrarse en el Atlántico Norte.
El presidente Donald Trump definió como zona de «gran desastre» a Puerto Rico, un territorio autónomo estadounidense, lo cual libera fondos ilimitados de ayuda federal para una isla que se había declarado en bancarrota en mayo.
Trump «ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de recuperación locales del territorio en las áreas afectadas por el huracán María», indicó la Casa Blanca en un comunicado.