Se acostumbra hablar de las mujeres como objetos y se vulneran sus derechos.
La violencia contra las mujeres se puede manifestar de distintas maneras, física y psicológicamente, pero también a través del lenguaje que se utiliza en los medios de comunicación.
La prensa mexicana el día de hoy le debe mucho a las mujeres.
Aunque hay cambios de lo que se lee, se mira y se escucha en los medios de comunicación, todavía hay un lenguaje violento contra el género.
La permanencia y la costumbre de hablar sobre las mujeres como objetos, vulnera sus derechos.
Un ejemplo es la justificación de ciertos feminicidios: “la mataron porque engañaba al marido” “la acosaron porque vestía de forma provocativa”, etcétera.
Especialistas en el tema reconocen la existencia de una ley en México que tiene por efecto erradicar la violencia de género, creada en 2015.
El problema es que pasar del discurso y las leyes a los hechos es un paso gigante que dista mucho de ser una realidad.
La garantía de los derechos de las mujeres en México no sólo se obtiene con la creación de leyes sino con el cambio de la cultura y las costumbres y las colocan dentro de los grupos vulnerables.
Pero en esta lucha que inició hace décadas, aunque lentos, los cambios han llegado poco a poco y en lo que corresponde a la responsabilidad de la prensa el discurso cambia.
Actualmente la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de BC ha recibido 423 quejas por agresiones a mujeres, qué significan el 25.9% del total.
Tijuana encabeza la lista con aproximadamente la mitad, pero la gravedad de estas cifras es que comparadas con el año pasado representan un incremento de casi un 15%.
Actualmente la prensa y defensores de derechos humanos mantienen un acuerdo para el mejor uso de un lenguaje que además de ser incluyente, no fomente la violencia contra mujeres.
