Detrás de cada cabeza monumental hay restos de heroína, excremento y orines.
La Plaza Cívica de la Patria en Ensenada se ha convertido en letrina y picadero de adictos. En un recorrido realizado por Síntesis TV pudimos observar excremento, moscas y papel de baño detrás de la cabeza de Miguel Hidalgo, también orines en las fuentes, detrás de la cabeza de Benito Juárez y jeringas, ligas y restos de heroína detrás de la cabeza de Venustiano Carranza.
A escasos metros se encuentran policías municipales en una patrulla, pero su consigna no es detener a las personas realizando necesidades fisiológicas ni drogándose en la plaza, sino vigilar que los miembros de la Unión de Comerciantes Indígenas Tierra del Sol, recientemente desalojados, vuelvan a tomar el lugar para instalarse sin permiso.
Personal de Servicios Públicos dice que durante la noche el lugar se queda sin vigilancia, por lo que una gran cantidad de indigentes duermen en la zona, ensuciando y consumiendo estupefacientes.
Por su parte los agentes refieren que han levantado a los indigentes pero los centros de rehabilitación no se dan abasto, y no hay lugar para todos.