Sufren en la incertidumbre de un ambiente de odio.
Jóvenes indocumentados protegidos por la ley en Estados Unidos, cruzaron la frontera hacia México pese al riesgo que esto representa en su estatus migratorio.
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viola los derechos de 800 mil jóvenes dreamers, que viven en la Unión Americana pero enfrentan la amenaza de ser deportados.
Activistas advierten que sus políticas han tenido un impacto en derechos como la educación, pero además afectan su calidad de vida y fomentan la violencia.
Estos jóvenes protegidos por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) conocidos como dreamers son jóvenes extranjeros que llegaron desde niños a Estados Unidos sin documentos.
Ellos y otros migrantes sufren actualmente los embates de una política conservadora que revivió un discurso del odio contra grupos minoritarios en el país que es reconocido como el sueño americano.
Pero de la juventud nace la osadía de la esperanza, y frente a la incertidumbre y en odio ellos responden con fortaleza y sin temor.
Lorena es una de los 35 dreamers que cruzaron la frontera desde Estados Unidos a Tijuana, para intercambiar estudios en el Colegio de la Frontera Norte (COLEF).
Y así como ella, cada uno sabe que pisar suelo mexicano en esta realidad es un riesgo.