Un oficio que requiere mucha preparación.
Hacer reír a los niños y mantener su atención durante largos periodos de tiempo no es un oficio fácil, así lo cuenta el Payaso Recorcholis, esta es su historia.
Desde pequeño Alexander González supo que tenía el don de entretener a las personas a su alrededor, por lo que escogió el oficio del payaso como forma de vida.
Hace 8 años Alexander dejó su carrera truncada de administración en Veracruz, cambió los libros y los cuadernos, por una nariz roja, ropa holgada y brillosa, colorido maquillaje y unos botines de payaso.
Recorcholis en sus inicios no contaba con el apoyo de sus familiares pero poco a poco lo fueron aceptando, él ha tomado clases de psicología infantil y revela que lo más difícil del oficio en mantener la atención de los niños.
Recorcholis dijo que está trabajando para traer el Congreso Nacional de Payasos a Ensenada el mes de marzo del 2018, con el fin de que la gente del norte del país conozca a más de 300 artistas especializados en hacer reír a los niños.
