Tras el caso de las atletas rusas y turcas que resultaron dopadas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la mexicana Luz Marìa Acosta, fue acreedora a la medalla de bronce en halterofilia, categoría 63 kilogramos.
Acosta había quedado en la sexta posición de la división de los 63 kilogramos femenil en aquella justa olímpica, pero tres de sus rivales que quedaron mejor ubicadas, incluyendo el primer y segundo lugar, fueron reportadas con resultados analíticos adversos luego de revisar las pruebas que arrojaron positivo en dopaje.
Se tratan de la kazaja Maiya Maneza, la rusa Svetlana Tsarukaeva y la turca Sybel Simsek las atletas que fueron descalificadas.