Emotivo discurso del mariscal de campo de Chargers durante la cena anual del Salón de los Campeones. Foto: San Diego Union-Tribune.
SAN DIEGO.- Philip Rivers ha pasado la mayoría de su carrera deportiva en San Diego. Él ha sido el rostro de la franquicia de los Chargers, desde que se fue LaDainian Tomlinson en 2010, por lo que su conexión con la ciudad y los aficionados es sumamente fuerte.
Ahora el equipo jugará en la metrópoli de Los Ángeles: primero en Carson, después en Inglewood.
El mariscal de campo no dejó duda sobre la noche del martes, cuando dio un emotivo discurso en la cena anual de San Diego Hall of Champions.
Asistió al evento para apoyar a su ex compañero de equipo, el ex centro Nick Hardwick, quien fue incluido en el Salón de la Fama Breitbard.
«Quería asegurarme de que estuviera aquí, esta noche, para Nick (Hardwick). Y realmente no sé cuántas veces más podré estar frente a ustedes, queridos aficionados de San Diego. Y realmente sólo quiero dar las gracias por todo», dijo Rivers en un fragmento del discurso.
Rivers continuó compartiendo su mayor pesar durante sus 13 temporadas en San Diego, que fue no poder ganar un Super Bowl para esta ciudad.
«Realmente fue especial en la última década. El único pesar que tengo es no ganar todo mientras estuvimos aquí. Sé que algunos de mis compañeros están aquí, eso es algo que todos queríamos hacer para esta comunidad y para nuestro equipo. Y no lo hicimos, pero puede estar seguro que dimos nuestra integridad cada semana y luchamos como locos por todos ustedes», agregó Rivers.
El traslado a Los Ángeles no ha sido fácil para él, teniendo en cuenta el momento tardío de su carrera. Sólo espera que sus fieles aficionados no pierdan de vista lo que se logró en San Diego.
«Espero que siempre me vean como un representante de San Diego, porque siempre jugaré pensando en esta ciudad», exclamó Rivers.