La NBA es una fábrica de récords que, durante nueve meses al año, no para de producir historias que mezclan números y héroes. La proyección de talento, espectáculo y la evolución imparable de los atletas no dan tregua a los libros de historia.
El 14 de abril del año pasado, los Warriors superaron la mítica barrera de las 72 victorias lograda por los Chicago Bulls de Michael Jordan en 1996 y en esta semana, Russell Westbrook igualó otra marca legendaria, de esas que parecían inalcanzables: la de 41 triples-dobles registrada por Oscar Robertson con los Cincinnati Royals en la temporada 1962-1963.
El base de los Thunder cosechó 12 puntos, 13 rebotes y 13 asistencias en la victoria de su equipo ante los Bucks de Milwaukee (110-79) y dio otro paso en su carrera hacia el MVP.