A pesar de que en algunos países el solo pensar en los insectos como alimento dan repugnancia, los cierto es que son ricos en proteínas, ácidos grasos, aminoácidos, vitaminas y hierro, lo que lo convierten en un alimento perfecto para el futuro, partiendo de que a mediados de este siglo la tierra tendrá que alimentar a más de 9, 000 millones de personas.
Lo mejor de todo es que estas pequeñas criaturas pueden criarse con poca agua reduciendo los niveles de contaminación, por ejemplo los cerdos producen entre 10 y 100 veces más gases de invernadero por kilo que los gusanos de las harinas.
En general se piensa que es importante explorar las diferentes especies que podrían servir como alimento, la universidad Holandesa de Wageningen mantiene una lista de 2111 especies comestibles entre ellos insectos, aragnidos, escarabajos, orugas, hormigas, grillos, avispas saltamontes, así como moscas y arañas, un incentivo para la industria alimentaria.