Las recomendaciones médicas nos hablan de moderar la ingesta de sal diaria, por lo general no debe pasar de una cucharadita algo así como 300 ml al día, pero el problema es que muchos alimentos la contienen y ponen en riesgo la salud.
De acuerdo a los médicos existen varias enfermedades relacionadas a la ingesta excesiva de sal por ejemplo el asma en donde el sodio aumenta la hiperactividad bronquial.
En cuanto a la diabetes esta enfermedad aumenta en personas que consumen mucha sal, al igual que el cáncer de estómago, ataques al cerebro y el corazón debido a que aumenta la presión arterial.
Actualmente existen sustitutos de sal que ayudan a disfrutar de la comida sin poner en riesgo la salud.