Algunos consideran que la ley manda un mensaje al gobierno de Trump.
California es ahora el primer “estado santuario” de la unión americana, sin embargo, esto no significa que indocumentados ya no estén en riesgo de una deportación.
La ley SB-54 firmada por el gobernador Jerry Brown, limita la colaboración entre departamentos de policía y las autoridades de inmigración con el objetivo de proteger a indocumentados que no han cometido delitos graves.
De esta manera, las corporaciones municipales y estatales no podrán interrogar o detener a personas simplemente por la sospecha de que están en el país sin documentos.
Pese a ello, la ley no frena las redadas y operativos encabezados por agencias de inmigración.
Esta ley estatal también impide que se notifique a agencias federales sobre las fechas de liberación de detenidos o que se retenga a personas en la cárcel a petición de autoridades de inmigración.
Kevin de León, líder del Senado y autor de la iniciativa, refirió que esta ley manda un mensaje al gobierno del presidente Donald Trump, de que California protege a las familias inmigrantes.
El temor de activistas es que el gobierno federal tome represalias e intensifique redadas en el estado, tal y como sucedió hace una semana, cuando se registraron operativos en diez ciudades denominadas santuario, dejando como saldo 498 detenidos.
La ley que se estima beneficiará a más de 2.3 millones de inmigrantes indocumentados que viven en California entrará en vigor el próximo 1 de enero.
