Piedras, gas lacrimógeno y abusos policiacos lo que se vivió en Playas de Rosarito.
La violencia llegó al bloqueo que ciudadanos mantenían en la planta de abastecimiento de Pemex en Playas de Rosarito.
Según números no oficiales, el saldo fue de unos cien detenidos y nueve policías lesionados por piedras y la embestida de un vehículo.
Fueron cuatro choques entre policías y manifestantes cuando los uniformados trataban de despejar el acceso a la carretera a Pemex.
La estrategia falló en más de una ocasión.
En el lugar hubo centenares de policías estatales, ministeriales, federales y municipales que superaban por mucho a los ciudadanos, contando incluso a quienes eran ajenos al movimiento.
La calma llegaba por momentos a la escena donde había menores de edad pero en los dos bandos había provocaciones.
Y cuando cayó la noche las cosas cambiaron. Llegaron refuerzos de la policía federal y los agentes de las diferentes corporaciones se lanzaron en una última embestida.
Después varias unidades recorrieron las calles aledañas y continuaron asegurando personas.
“Por la vía del diálogo hicimos todo el esfuerzo. Invitamos a las comisiones estatales y nacionales de Derechos Humanos para que testificaran todo lo que estábamos haciendo, y creo que se tienen que hacer a veces algunas cosas para que haya orden”.
Algunas de las personas que fueron detenidas por la mañana recuperaron su libertad horas después, pero de los asegurados en la noche no hubo información clara.
“¿Dónde se llevan a los detenidos? “Ahorita, ahorita”.
Después de la larga jornada finalmente salieron acompañados de patrullas los primeros camiones con combustible.
En el lugar permanecieron diseminados algunos manifestantes, pero los policías se quedaron resguardando el acceso a las instalaciones de Pemex