Dos penales inexistentes impulsaron al FC Barcelona para eliminar al París-St. Germain. Foto: Reuters.
La directiva del FC Barcelona debería hacer un ahorro para entregar una estatua al árbitro alemán Deniz Atyekin, después de lo hecho este miércoles en el Estadio Camp Nou. Sí fue una noche histórica para el club catalán, pero con asterisco arbitral.
Ante un estadio lleno y el mundo entero observándolos, más cuando se hizo tanta publicidad gratuita en muchos espacios informativos, se llevó a cabo el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones de UEFA, entre el FC Barcelona y el París-St. Germain.
Los Blaugranas ganaron 6-1 (6-5 global) y avanzaron a cuartos de final.
Tras la anotación de Luis Suárez al minuto 3 y autogol Kurzawa al 40′, Atyekin «regaló» el primer tiro penal al «Barza» con el vuelo de Neymar Jr. sobre el defensa, convertido en falta. Lionel Messi hizo el 3-0 al 50′.
Adyekin no quiso marcar la mano de Javier Mascherano como penal a favor del PSG.
Todo pintaba para que los locales tuvieran su soñada remontada, pero Edinson Cavani enfrió el tren tras rematar un balón dentro del área, acabando en las redes y hacer el pesado «gol de visitante».
Luego de anotar Neymar en el 80, llegó el «segundo favor» de Adyetin al consentir el melodramático gesto de dolor de Suárez en penalty y ser el mismo Neymar quien lo convirtiera en gol.
Con un PSG totalmente desordenado atrás, sin intenciones de buscar el segundo gol y estirando exageradamente el partido hasta el minuto 95, Sergi Roberto aprovechó una y la convirtió en el tanto de la calificación a sólo segundos del silbatazo de Adyekin.
Para la Liga de Campeones de UEFA y sus patrocinadores, no contar en competencia con FC Barcelona (como tampoco con Real Madrid, por ejemplo) genera grandes pérdidas económicas.
Y curiosamente, ambos equipos nunca han coincidido en rondas eliminatorias desde que se hacen sorteos para cada una.
A la mala, pero los Culés siguen vivos en la Champions.