Simpson publicó las fotografías y rápidamente se hicieron viral.
Según medios locales, una joven australiana, Fiona Simpson, manejaba con su hija infante y su abuela cuando comenzó a granizar. Escuchó un fuerte golpe y vio que el granizo había roto la ventana trasera más cercana a donde se encontraba la pequeña.
Sin dudarlo ni un segundo, la joven utilizó su cuerpo como escudo para proteger a la menor. Posteriormente, otra ventana se rompió y la abuela resultó expuesta al hielo que le dejó moretones en los brazos.
Cuando la tormenta se calmó, las afectadas tuvieron que acudir a un hospital para tratar sus múltiples lesiones. Simpson publicó las fotografías en Facebook y rápidamente se hicieron viral.