Nadie le da respuesta a los comerciantes de la zona.
Enrique Martínez es un comerciante de la zona centro, con un negocio en la calle Negrete, entre Novena y Décima y tiene un problema: la invasión de cables.
Esta situación comenzó hace casi un año, dijo que el municipio comenzó con un proyecto para eliminar la contaminación visual y esconder el cableado bajo el suelo.
El conflicto fue que después de realizar los trabajos y efectivamente colocar el cableado de manera subterránea, dejaron colgados los antiguos cables que ahora incluso obstruyen el paso de algunos vehículos.
Aunque ya fueron al Ayuntamiento de Tijuana respondieron que ellos no pueden hacer nada, que tiene que ser la empresa propietaria de los cables y aunque han peregrinado por cada compañía nadie se hace responsable.
Por lo pronto clausuraron la entrada de su estacionamiento porque cada que entraba o salía algún vehículo terminaba atorándose entre los cables y ahora sólo unos alambres y plásticos evitan que se caigan.