Activistas se enfocarán en luchar para que el Congreso no destine recursos para el muro.
Inició este martes en Otay Mesa, California la construcción de ocho prototipos de lo que podría ser el nuevo muro fronterizo entre México y Estados Unidos.
En los próximos treinta días, las seis compañías seleccionadas en el proceso de licitación construirán sus respectivos modelos de muro que deben estar diseñados para disuadir el cruce de indocumentados.
Pese a que el gobierno estadounidense no confirmó la construcción hasta el mediodía, la obra lucía evidente dado que desde la semana pasada, autoridades locales procedieron a resguardar el área, además que se colocaron letreros que prohíben el estacionamiento en varias calles a la redonda hasta el próximo 10 de noviembre.
El Departamento del Alguacil ha designado un área especial para manifestantes, en caso de que se registraran protestas masivas de quienes se oponen a la construcción del muro prometido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin embargo, activistas defensores de derechos humanos en San Diego han reiterado que no tienen intención de realizar alguna acción en el sitio, dado que piensan enfocar sus recursos en luchar para que el Congreso estadounidense no destine recursos para la construcción del muro.
