Sigue avanzando la tecnología 3D ante la presión de las leyes de Propiedad Intelectual.
Aunque la tecnología de las impresoras 3D sigue perfeccionando en la ejecución y precisión de los objetos producidos, y además, la drástica reducción en precios, todos esos son factores que los titulares de derechos de Propiedad Intelectual ahora analizan.
Una amenaza se cierne sobre cada producto que goza de protección de marcas, diseños, modelos, derechos de autor o patentes, ya que ahora puede ser reproducido en cualquier lugar y bajo pleno anonimato.
Por otro lado, el hecho de que las técnicas de escaneo de objetos tridimensionales haya avanzado a niveles tan sofisticados, hace inoperantes los candados que de inicio se pensaron para limitar el crecimiento de las copias no autorizadas.
Ahora es posible que con un software de bajo costo se pueda construir un modelo tridimensional, a partir de fotografías del objeto; o que con un dispositivo simple cualquier teléfono móvil se convierta en un scanner de formas tridimensionales.
De acuerdo a una investigación, atualmente las pérdidas anuales por piratería derivada de uso de tecnologías 3D asciende a 100 billones de dólares, siendo los principales rubros afectados los armazones de anteojos, la joyería de fantasía y las refacciones de automóvil.
Esa cifra sufrirá una escalada en los próximos años en la medida de que los consumidores se familiaricen con las opciones que les brinda esta tecnología y el uso de materiales se expanda a toda clase de objetos.
