El Hospital General de Tijuana opera a su máxima capacidad con un déficit de 400 camas, además de una limitación en el abasto de insumos debido a la alta demanda y el proceso de transición a la nueva política de salud pública.
El Secretario de Salud en Baja California, Caleb Cienfuegos Rascón, explicó que han tenido que compensar ese rezago de más de seis meses con fondos estatales, con la intención de no perjudicar más al paciente.
Para despresurizar la demanda, dijo que reforzarán los hospitales de Tecate y Playas de Rosarito e instalarán 60 camas paliativas.
Otra problemática del sector salud es el abandono de pacientes, ya que en promedio reciben 10 enfermos, quienes quedan en desamparo y no pueden dar de alta hasta remitirlos a una casa de asistencia o albergue.