Gilberto Escamilla, encargado de la adquisición de alimentos del Departamento de Justicia Juvenil, compraba la carne con dinero público y después la vendía a sus propios clientes.
De acuerdo con las autoridades, Gilberto Escamilla aprovechó su cargo como encargado de la adquisición de alimentos para el Departamento de Justicia Juvenil, para comprar la carne con dinero público y venderla luego a sus propios clientes en el transcurso de nueve años.
El robo finalmente fue detectado el 7 de agosto, cuando Escamilla tomó un día libre para ir a una cita médica.
Fue despedido el 8 de agosto y arrestado el 9 después de que la Unidad de Investigaciones Especiales de la Fiscalía obtuvo una orden de registro.
Una investigación de las facturas determinó que Escamilla estuvo comprando fajitas con el dinero del Condado y vendiéndolas luego por su lado a diferentes clientes.
El fraude de fajitas suma un total de un millón 251 mil dólares, a lo que Escamilla podría enfrentar una sentencia de 5 a 99 años en prisión por el cargo de robo en primer grado.
Hasta el momento, se encuentra fuera de la cárcel tras pagar una fianza de 20 mil dólares y las investigaciones continúan.