Acusan a autoridades de la PGJE y SEMEFO por omisiones.
Familias hallan a sus familiares desaparecidos en fosa común, peregrinaron durante toda la búsqueda pero por omisiones, dicen, terminaron como cuerpos desconocidos.
Alrededor de ocho familias encontraron a sus familiares desaparecidos en la fosa común de Tijuana.
Acusan que terminaron allí por omisión, faltas que van desde los libros del Servicio Médico Forense que captura imágenes de los cuerpos no identificados cuando ya están descompuestos y no al recibirlos, hasta omisiones en el protocolo de búsqueda.
Uno de ellos es Marco Antonio Zavala, quien desde el 4 de junio pasado reportó la desaparición de su hijo Marco, ocurrida el 30 de mayo.
La primera semana de junio supo que el mismo día que su hijo no llegó a casa policías detuvieron a tres hombres con un cadáver, cerca de su casa.
Sin recibir avances de la investigación ni encontrar alguna fotografía de su hijo en SEMEFO, fue hasta la publicación de una nota donde hallo los primeros indicios de su hijo.
Cuando miro la nota se dio cuenta que la dirección que mencionaban era la misma donde habían detenido a los tres hombres con un cadáver, cerca de su casa.
Fue al Ministerio Publico a pedir que le tomaran una muestra de sangre para saber si se trataba de su hijo, pero se la negaron.
Derechos Humanos fue quien intervino para corroborar que las fotografías que tenían del cadáver hallado desde mayo, durante la detención de los tres hombres, era su hijo Marco.
Ahora la preocupación de las familias es que deben pagar cantidades exorbitantes para exhumar los cuerpos que por omisiones terminaron en la fosa común.
