Lejos de casa, sin sus familias y con un clima al que no están acostumbrados.
La Navidad es para muchos, época de estar reunidos en familia, sin embargo hay quienes viven una realidad muy distinta.
Paul Emmanuel llego a Tijuana como muchos otros haitianos con la ilusión de cruzar la frontera y buscar mejores oportunidades, su esposa lo acompaña en el viaje pero su hija de 15 años de edad se quedó en su país.
Ellos pasarán Navidad lejos de casa, en un país extraño y muy posiblemente en un centro de detención en Estados Unidos pues la cita con Migración la tiene el 19 de diciembre.
En estas fechas es difícil estar lejos de casa, sin los suyos, en un clima para ellos extremo pero en los albergues buscan hacerlos sentir atendidos y que alguien los procura.
Para los haitianos lo más difícil de esta época decembrina es el frío que se siente en esta temporada.
Él está consiente que aunque tenga una cita para ser recibido por la autoridad estadounidense nada le garantiza que le otorguen asilo; volver no es una opción pues dice en Haití no hay nada.