Investigadores de IOActive demostraron cómo es posible hackear a diversos modelos de robots para espiar, atacar y causar daño a personas.
La firma IOActive de Seattle, especializada en ciberseguridad, demostró a través de un estudio, cómo se puede hackear y manipular a diversos modelos populares de robots, incluyendo a Pepper, un humanoide construido por la empresa japonesa SoftBank.
Estos robots diseñados para trabajar junto con humanos, a menudo en entornos industriales, pueden convertirse en dispositivos de vigilancia, enviando audio y video a hackers, o también pueden controlarse remotamente para causar daño físico.
El estudio titulado “Explotación de robots industriales colaborativos” se centra específicamente en un conjunto de vulnerabilidades sin parches que afectan a la línea de robots UR, de la empresa Universal Robots.
El siguiente vídeo muestra cómo el robot Alpha 2, de la compañía china UBTech Robotics, ataca a un tomate con un destornillador.