Al principio quería rehacer mi vida sin la pertenencia al grupo Los Chamos; pero fue imposible y hoy lo disfruto.
Estuvo cuatro días en Menudo y cuatro años en Los Chamos, no ganó dinero, fue muy explotado y en realidad quería ser trompetista. Gabriel Fernández tiene una gran amistad con todos los exintegrantes de Los Chamos; quienes hicieron historia con más de dos millones de discos vendidos.