Acusan a agentes de CBP de obligar al joven a beber las sustancias.
El gobierno estadounidense aceptó pagar un millón de dólares a los familiares de un joven que murió hace tres años tras beber metanfetamina líquida mientras se encontraba bajo custodia de elementos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
En noviembre de 2013, Cruz Marcelino Velázquez Acevedo fue enviado a inspección secundaria en la garita peatonal de San Ysidro, en donde se le encontraron dos botellas con líquido sospechoso en la mochila, que el tijuanense aseguró se trataba de jugo.
De acuerdo al abogado que representa a los deudos, uno de los agentes le dijo al joven que tomara el líquido para demostrar que decía la verdad.
Tras ingerir parte del contenido, el joven indicó que se sentía enfermo, además que lucía agitado y comenzó a gritar, por lo que fue trasladado a un hospital de Chula Vista donde posteriormente murió.
Para poner fin a la demanda, el gobierno estadounidense aceptó pagar cerca de un millón de dólares a la familia, confirmó Marcela Celorio, cónsul general de México en San Diego.
“Se alcanzó un acuerdo extrajudicial de más o menos un millón de dólares para la familia, el cual el padre va a destinar para un fideicomiso para la hermana. No hay cifra que pueda compensar la vida de un ser humano, entonces lo siento mucho, lo sentimos mucho, pero aquí es la importancia de la defensa legal oportuna para que al menos pudiéramos conseguir esto para la familia”.
La demanda interpuesta desde 2015, acusa a los dos oficiales que cuestionaron a Cruz Marcelino de haber tenido conocimiento de que el líquido contenía metanfetamina, la cual, puede ser altamente peligrosa si es consumida, y aún así, sugerir al joven de entonces 16 años que bebiera de las botellas.
