Entre los casi 60 muertos, 11 son niños
El ataque químico en Siria que dejó 58 muertos -entre ellos 11 niños- generó indignación en el mundo, con llamados de la ONU, París, Londres y Bruselas, entre otros, para que se identifique a los responsables del acto que fue considerado como inhumano.
Los hechos ocurrieron este martes en la ciudad de Jan Shiejun en el que ademas de las víctimas mortales, tambien resultaron heridas 170 personas, incluidos niños, que apenas conseguían respirar con máscaras de oxígeno, mientras las convulsiones sacudían sus cuerpos,
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dijo este martes que la organización quiere «identificar claramente las responsabilidades» y que los autores del ataque «rindan cuentas».
La oposición siria acusó al régimen de haber utilizado «obuses con gas químico». Este «crimen horrible» recuerda al ataque del verano (boreal) de 2013 cerca de Damasco, que la comunidad internacional «dejó impune».
Unas horas después, un ataque aéreo fue lanzado contra el hospital donde eran tratadas las víctimas. El jefe negociador de la oposición, Mohamed Sabra, dijo que el ataque «con gas tóxico», «pone en entredicho» el proceso de paz, que intenta poner fin al conflicto que ha dejado más de 320 mil muertos y millones de desplazados y exiliados. La Casa Blanca condenó el ataque, calificándolo de «intolerable» y atribuyó la responsabilidad del mismo al régimen de Bashar al Asad.
«El ataque químico en Siria contra personas inocentes, incluyendo mujeres y niños, es condenable», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.