La mayoría están a la espera de solicitar asilo a Estados Unidos.
El exterior de la garita de El Chaparral, entre Tijuana y San Diego, continúa siendo una especie de sala de espera para los migrantes centroamericanos, mexicanos y hasta rusos que esperan para ser admitidos como solicitantes de asilo político en Estados Unidos.
Las autoridades de la Secretaría Salud de Baja California dejaron un módulo para verificar las condiciones médicas de los migrantes y vecinos en la zona.
Y además muchos niños han hecho de El Chaparral su salón de juegos sin imaginar lo que les espera durante la búsqueda del llamado sueño americano.
A inicios de esta semana cruzaron a la Unión Americana entre 150 y 180 migrantes, aunque no se ha sabido nada de los que ya cruzaron desde hace varios días.
