BioCarbon Engineering desplegará en septiembre un ejército de drones para repoblar los manglares de Myanmar, que plantarán de forma autónoma más de 100, 000 plantas en un día.
Los usos que están recibiendo los drones son cada vez más insospechados. En el terreno agrícola, se están turnando como un aliado imprescindible para la vigilancia de plantaciones o bosques.
Analizan la deforestación y funcionan como asistentes de los servicios de emergencia en su tarea de extinguir incendios.
No obstante, y aunque suene algo futurista, más pronto que tarde también empezarán a utilizarse en tareas relacionadas con la plantación de árboles y, si la cosa funciona bien, para el futuro cultivo de víveres.
Parte de esta idea será una realidad en septiembre, fecha en la que la compañía BioCarbon Engineering pondrá en marcha su programa de drones para ayudar a la repoblación de manglares en Myanmar.
Hasta ahora, los residentes de la zona estaban llevando a cabo una restauración de ecosistema que consistía en la repoblación de parte de los manglares que han ido desapareciendo de la zona.
Se trata de una tarea titánica si tenemos en cuenta que hasta ahora han plantando cerca 2,7 millones de manglares en el delta del río Irrawaddy, en Myanmar, utilizando sistemas tradicionales.
Ahora, y como parte de un programa piloto, BioCarbon Engineering y la Worldview International Foundation, van a poner en marcha un programa de replantado de manglares con drones en la zona que arrancará el próximo mes de diciembre.
Un solo piloto puede controlar hasta seis de los drones simultáneamente, alcanzando el máximo de 100.000 plantas en un día, lo que supone una mejora de hasta 10 veces más rápido que los humanos a mano, y reduce los costes en cerca del 50%.