Tres recibieron el perdón y pueden regresar, pero no todos están contentos.
Veteranos deportados que no fueron invitados al evento donde tres de sus iguales recibirán el perdón para continuar con su lucha y regresar a Estados Unidos, se mantienen pacíficamente en el lugar.
Los uniformados mencionaron que hay división por la manera en que ha sido conducido el proyecto de la Casa de Veteranos deportados en Tijuana.
Héctor Barajas, uno de los fundadores del lugar, solo dijo que están tratando de cuidar la imagen de la casa.
Los organizadores pidieron a la prensa no acercarse a los inconformes que están separados del resto de los asistentes por un listón amarillo que mantiene la calle cerrada y con una fuerte presencia de seguridad.
Al sitio ya llegó un grupo de legisladores norteamericanos que escucharán las historias de los deportados para llevarlas al congreso.