A él y a otras cinco personas, se les condenó por “quemar, mutilar o desfigurar” al menor.
En Inglaterra, un hombre fue detenido por planear un ataque con ácido corrosivo a su propio hijo para vengarse de la madre del niño. Fue condenado a 16 años de prisión junto con otras cinco personas, por los delitos de asociación ilpictia para “quemar, mutilar o desfigurar” al menor.
El padre del niño, de 40 años, contratató a atacantes para que rociaran a su hijo de tres años con ácido, para así demostrar que la mamá del menor no era apta para cuidarlo y obtener la custodia.
El juez Robert Juckes dijo que los sentenciados cometieron un crimen “monstruoso” que fue planeado y llevado a cabo cuidadosamente.
Los otros convictos fueron sentenciados a entre 12 y 14 años de prisión. Uno de los acusados fue absuelto, mientras que el pequeño de tres años sufrió heridas graves en el rostro y un brazo por el ácido sulfúrico que le echaron en una tienda.