Se trata de partículas de átomos que viajan a alta velocidad por el espacio.
A pesar de que el universo está lleno de misterios aún por resolver, poco a poco la ciencia y sus recursos han logrado resolver algunos de los más antiguos, como por ejemplo el origen de los rayos cósmicos de alta energía.
Un fenómeno más o menos habitual, aunque en distintas intensidades, se trata de partículas de átomos que viajan a alta velocidad por el espacio.
Los rayos cósmicos suelen proceder de estrellas que implosionan, supernovas y otros fenómenos del espacio. Los de alta energía, sin embargo, eran hasta ahora un enigma.
Gracias a más de una década de trabajo de un grupo de científicos, ya sabemos que el origen de estos rayos cósmicos no se encuentra en nuestra galaxia sino en alguna otra.
La detección de este fenómeno espacial ha requerido de equipamiento avanzado y mucho esfuerzo.
La pista que facilitó el descubrimiento fue la posibilidad de observar el recorrido de los mismos hasta la Tierra, dándose cuenta de que no procedían del centro de la galaxia.
De esta forma, han conseguido deducir que deben venir de algún otro punto del universo, más allá del alcance incluso de los telescopios más potentes.
Ahora se abre una nueva cuestión: encontrar el fenómeno que está produciendo rayos cósmicos tan potentes y veloces, pues sin duda debe ser algo digno de observar y estudiar.