Este tejido impreso en 3D es tres veces más fuerte que el humano, con una gran capacidad de estiramiento y resistencia y suave al tacto.
Un conjunto de científicos de Columbia Engineering ha desarrollado un músculo blando sintético con la capacidad de dotar a los robots de mayor libertad de movimientos, como la que gozan los animales y nosotros.
Uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado tradicionalmente la robótica blanda es la dificultad de hacer estructuras flexibles que permitan la movilidad.
Ahora, han conseguido replicar el sistema muscular de los organismos biológicos naturales mediante un músculo artificial que puede expandirse o comprimirse para efectuar movimientos.
Además, este músculo sintético blando supera por mucho las cualidades de los músculos naturales.
Esto es debido a que está fabricado con un material de una alta densidad de deformación (expansión por gramo) que es 15 veces superior a la del músculo natural.
Se trata de un compuesto fabricado con una impresora 3D a partir de una matriz de caucho de silicona con etanol distribuido en burbujas microscópicas.
El resultado combina las propiedades flexibles y los atributos de cambio de volumen extremos de otros materiales, y además tiene la ventaja de que es fácil de fabricar, de bajo costo y seguro para el medio ambiente.