Una minoría intenta regresar pagando hasta 15 mil dólares a los polleros.
De los más de 100 mexicanos que son deportados diariamente de Estados Unidos por la frontera de Tijuana, entre el 20 y 30 por cierto piden ayuda a los albergues que se encuentran en la ciudad. El resto de los connacionales son apoyados por residentes de esta ciudad o son apoyados económicamente para hospedarse en algún hotel.
Representantes de albergues aseguran que la gran mayoría están regresando a sus lugares de origen, sin embargo, solo un pequeño número intentarán regresar a la Unión Americana a pesar de la fuerte vigilancia del departamento de migración o de endeudarse hasta con 15 mil dólares para pagarle a los polleros.
Algunos de estos deportados son padres de familia que fueron separados de sus hijos y se arriesgan a volver.