Es acusada de favorecer al empresario Lázaro Báez en el otorgamiento de licitaciones de obras viales.
Cristina Kirchner, a ocho días de asumir la vicepresidencia de Argentina, acudió hoy a los tribunales para declarar en un juicio en su contra por presunta corrupción, que ella denuncia como parte de un plan para «destruir a líderes populares y democráticos».
Se trata de la primera vez que la exmandataria, acusada de favorecer al empresario Lázaro Báez en el otorgamiento de licitaciones de obras viales en la provincia de Santa Cruz, puede hablar en su defensa ante el tribunal.
Un puñado de simpatizantes la esperó a las puertas de los tribunales con una pancarta que decía «Te abrazamos hasta tu regreso. Gracias Cristina».
Vestida con una chaqueta blanca, Kirchner ingresó sin hacer declaraciones a la prensa, mientras que sus abogados solicitaron que la audiencia pública fuera transmitida en directo por televisión, pero el tribunal no lo autorizó.
Sin embargo, algunos de sus apartes fueron transmitidos brevemente desde dentro de la sala por un canal de televisión.
En esa intervención, Kirchner reprochó el tratamiento recibido en este y en otros casos en los que se la indaga, y especialmente criticó que se haya incluido a sus hijos Máximo y Florencia en una de las causas.
