Regularmente asociamos la testosterona como la hormona masculina causante de conductas típicas del género como la agresividad y la sexualidad, debido a que afecta la actividad del cerebro, sin embargo se ha encontrado que esta hormona también afecta los procesos que intervienen en la toma de decisiones y la impulsividad que afecta también a ciertas mujeres.
La testosterona es 10 veces mayor en los hombres que en las mujeres, los endocrinólogos la asocian en la construcción de hueso y músculos, asi como en la virilidad.
¿Pero que tienen que ver la testosterona en las malas decisiones?.
Investigaciones de la Wharton School de Pensilvania y la Western University in Ontario ha tratado de demostrar que en las personas que se les colocaba gel con testosterona presentaban mayor estrés y baja capacidad de analizar y juzgar que las personas que no recibían dosis de esta hormona, comprobando su hipótesis.
Ahora el reto es predecir las dosis de testosterona y el efecto que se produce en las personas para ayudarlas a bajar los niveles de ansiedad.