Un joven estudiante de la carrera de administración de negocios de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC) fabrica armazones de anteojos con botellas recicladas de tereftalato de polietileno conocidas como PET, esto con la finalidad de bajar los precios sin afectar la calidad y ayudar a las comunidades pobres.
Durante su estudio de mercado se dio cuenta que los precios elevados de los lentes son por el material con él se construyen, lo que representa el 80% del costo total.
Después de 4 años de investigación, finalmente Roberto Alvarado pudo establecer su negocio de armazones de lentes que están inspirados en el cuidado del medio ambiente y que además son resistentes y pueden durar hasta mil años por el plástico con el que están diseñados.
En general se necesita de 1 kilogramos de plástico PET para producir 56 armazones, que son ofrecidos en las comunidades marginadas por tan solo 250 pesos, el precio incluye la graduación que cada persona necesita y en caso de ser necesaria se donan lentes a personas que no pueden pagarlos.