Una tradición que data de muchos años atrás en México.
En tiempos ancestrales, celebraban el primer día del año azteca rindiendo honores a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl.
Este singular platillo, los ‘tamales’, se les ofrecía a los referidos dioses y los elaboraban con maíz, el cual se supone que ellos mismos utilizaron para crear a hombre.
Con la llegada de los conquistadores algunas tradiciones prehispánicas y católicas se fusionaron, como el hecho de la presentación de Jesús de niño al templo de Jerusalén y desde entonces se empezó a ofrecer tamales ese día como parte de un ritual u homenaje al niño Dios.
Así que esta es la razón por la que puedes disfrutar este rico manjar en el Día de la Candelaria y del por qué se le brinda como ofrenda al Niño Dios y a los dioses prehispánicos.