El manager del equipo local pone a Marcus Stroman a abrir contra el bateo de Puerto Rico.
LOS ÁNGELES, CA, EEUU.- La tensión ha estado mordiendo a Jim Leyland: no puede simplemente jugar su mejor nueve todos los días o dejar que su lanzador inicial permanezca en el juego mientras sea efectivo.
Tiene que equilibrar el tiempo de juego para mantener «felices» a los equipos de las Grandes Ligas, teniendo que cumplir con las restricciones de lanzamiento impuestas por las reglas del torneo y suplementarias impuestas por los equipos.
«Estamos tratando de hacer grande otra vez a Estados Unidos», abrió Leyland la rueda de prensa en tono sarcástico, previa a la Final del Clásico Mundial de Béisbol ante Puerto Rico en Dodger Stadium.
El responsable de conducir a Estados Unidos a que pueda ganar el Clásico, por primera vez en cuatro ediciones, aseguró que ya se siente cansado pensar en tantas estrategias de juego, pero que ha disfrutado mucho este torneo.
«No creo que sea el momento de cambiar nada», dijo Leyland. «Al igual que muchos chicos, probablemente se ejerza una presión extra sobre sí mismo, pero no estoy cambiando nada. He dicho todo el tiempo, si estamos lo suficientemente bien, somos lo suficientemente buenos. Si no lo estamos, no lo somos».
Marcus Stroman será el abridor estadounidense contra el bateo boricua.
