Brenda es tijuanense y desde que nació, hace 20 años, jamás ha escuchado un sonido.
Alumnos con discapacidad auditiva enfrentan todos los días algún obstáculo para poder ser incluidos en la sociedad, empezando por continuar sus estudios.
Brenda es tijuanense y desde que nació, hace 20 años, jamás ha escuchado un sonido.
Su discapacidad auditiva no le impide hacer lo que quiere, y de hecho, tiene una ventaja sobre el resto: es bilingüe.
Es una de los 22 jóvenes con discapacidad auditiva que estudian en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
Eligió la Facultad de Artes como su casa educativa, porque siente que es el idioma universal.
Desde que tiene memoria ha tenido intérprete en sus clases, pero aún con ese apoyo para ella lo más difícil ha sido aprender el contexto cultural.
A partir de esta semana la UABC contará con cuatro intérpretes que apoyarán a estudiantes con esta discapacidad.
La profesora de asignatura en la Facultad de Artes, María del Carmen Pérez es docente desde el 2000 y es la primera vez que observa este esfuerzo de inclusión.
Del esfuerzo que realiza la escuela y organizaciones civiles para incluir a la gente con discapacidad, emergen los primeros frutos.
Algunos de los compañeros de Brenda se acercan para aprender lenguaje de señas, y de la manera más natural hoy logran comunicarse.
Estas son las primeras semillas de inclusión que nacen de una iniciativa, para Brenda es solo una parte de todo lo que puede lograrse en un futuro.