Por ser la hora en que salen del horno sus famosas “conchitas”, el lugar se encontraba lleno de familias.
Minutos después de las 7 de la noche del martes, la panadería “Don Balo”, uno de los establecimientos más icónicos en Otay, fue víctima de la delincuencia cuando dos supuestos clientes entraron y al llegar a la caja, a punta de pistola se llevaron parte de las ganancias del día.
Por ser justo la hora en que salen del horno sus famosas “conchitas”, el lugar se encontraba lleno de familias que esperaban su turno para comprar.
Se trata de un negocio familiar con más de 30 años sobre avenida Universidad. Lo inició el señor Leobardo, originario de Jalisco y a quien le apodaban “Balo”; de ahí el nombre de la panadería.
Actualmente se encarga del lugar el señor Miguel, hijo de don Balo, quien asegura es un trabajo pesado con jornadas que inician desde las dos de la mañana y finalizan hasta las 9 de la noche.
Todo con tal de que los tijuanenses sigan disfrutando de una receta que va de generación en generación.
El señor Miguel, comentó a Síntesis TV que el secreto está en ofrecer siempre “pan del día” y el producto que llega a sobrar es llevado por la mañana siguiente a la Casa del Migrante, una retribución que llevan haciendo desde hace varios años.
Tras el suceso delictivo las actividades no pararon y se encuentran listos para atender a los tijuanenses.