Dentro de los avances de la ciencia para evitar partos prematuros encontramos la arandela de silicona o pesario, un anillo que se coloca y retira a través de la vagina sin necesidad de intervención quirúrgica, su función es mantener el cuello uterino cerrado y en una posición normal.
De acuerdo a los últimos estudios gracias a este anillo se disminuyó hasta un 75% el riesgo de partos prematuros, en embarazos de alto riesgo mientras que con otros tratamientos solo se logró el 6%.
Una de las ventajas de este método es que no provoca efectos secundarios significativos, su costo es económico alrededor de 38 euros y los resultados son positivos, se retira en la semana 37 de gestación para que la mama pueda dar a luz con normalidad.