Con el tiempo se ha acostumbrado a su nueva apariencia, por lo que está “aprendiendo a ser feliz sin cabello”.
Una mujer identificada como Michelle Wilson Stimson, de 42 años de edad, decidió hacer que su boda fuera de lo mejor, sin embargo el estrés al que se sometió por planearla totalmente sola, causó que perdiera el 90% de su pelo.
Stimson aseguró que recibió burlas por parte de sus familiares, aumentando su estrés al pensar que no podía contar con nadie para que la ayudaran.
Cerca del día de la boda su estilista de confianza le quedó mal, por lo que tuvo que ir a un salón de belleza, mientras que el vestido de novia que pidió por internet le llegó tan solo un día antes de la boda.
“Cuando recibí la notificación de que el vestido solo llegaría faltando pocos días para mi matrimonio, mi estrés empeoró. Yo no podía dormir”, contó.
En el día de la boda, sus problemas continuaron, pues falló el coro de la iglesia y tuvo que usar una grabadora, que tampoco funcionó cuando caminaba hacia el altar, por lo que caminó en medio de un silencio incómodo.
“Los médicos se preguntaron si yo había pasado por mucho estrés y casi comencé a reírme cuando conté mi boda. Me contaron que desarrollé alopecia. Me quedé con el corazón partido, los profesionales no sabían si mi pelo crecería de nuevo”, narró.
Finalmente, señaló que a tres meses de su boda, su pelo continúa sin recuperarse. Sin embargo, con el tiempo se ha acostumbrado a su nueva apariencia, por lo que está “aprendiendo a ser feliz sin cabello”.
