Científicos de la UNAM recurrieron a la luz natural de las luciérnagas para lograr identificar fármacos que sean efectivos en el tratamiento contra el cáncer.
La teoría se respalda en la luciferina que permite brillar a las luciérnagas y que pretende ser inyectada en las células tumorales para analizar el crecimiento del tumor, es decir cuando el tumor crezca lo hará también la luminiscencia después se administrará el anticancerígeno para ver su eficacia, si el tumor disminuye la luminancia también lo que significa que el tratamiento es efectivo.
De esta manera los grandes laboratorios podrán registrar los resultados de los tratamientos oncológicos a partir de los fármacos.